Gastrostomia video-asistida (GVA) en Pediatría. Experiencia regional, año 2004 a 2006
Drs. Pamela Saavedra, Jaime Bastidas, Eduardo Gómez, Manuel Angel
Cirugía Infantil Servicio de Pediatría Hospital San Pablo de Coquimbo
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OBJETIVO: Mostrar casuística de GVA de la unidad con estudio retrospectivo de fichas clínicas de pacientes operados entre Julio/2004 y Julio/2006.
RESULTADOS: Siete pacientes con GVA. Cinco hombres y dos mujeres. Edades entre 1año 6meses a 12años 9meses. Todos con patología neurológica y trastorno de deglución secundario; además dos con RGE asociado. A todos se les hizo gastrostomía de Stamm, con óptica umbilical de 0°-5mm. En los 5 primeros se utilizó trócar de 5mm subcostal izquierdo en zona de gastrostomía, por el que se introdujo grasper para traccionar estómago desde antro y hacia curvatura mayor. En los dos últimos casos se introdujo Babcock directamente por orificio para gastrostomía. Dos fundoplicaturas de Nissen laparoscópica por RGE asociado. A los seis primeros se les instaló sonda Pezzer, que al mes se cambió por botón de gastrostomía; en el último caso en la misma cirugía se le instaló el botón definitivo. Siete pacientes iniciaron alimentación por gastrostomía a las 24 hrs post operatorias, salvo uno que por vómitos lo hizo a las 48 hrs, única complicación precoz. Hubo tres complicaciones tardías, un granuloma de la gastrostomía, una dermatitis periostomía y una filtración mientras estaba con sonda Pezzer. No se detectaron complicaciones mayores, ni retiro definitivo de botón.
CONCLUSIÓN: La técnica de GVA resulta práctica, económica y segura, por lo que es recomendable sobre todo en centros en los que no se cuenta con endoscopistas pediátricos. Permite la visión directa del antro gástrico en la que se instala, evitando así lesionar otras vísceras y síntomas como dispepsia y RGE que pueden producirse por la pérdida del ángulo de Hiss. Finalmente, sumaría a los buenos resultados de la técnica percutánea la seguridad de la abierta. |