RESUMEN: En Chile, estamos lejos aún de tener un sistema efectivo de traslado de paciente críticamente enfermo, con zonas plenamente descubiertas y que requieren de esta prestación sanitaria que debe ser considerada imprescindible. El sistema basado en protocolo del paciente pediátrico crítico es asistir, tomar y llevar, minimizando al máximo y el tiempo para aplicar el tratamiento que requiere. La bibliografía respecto al tema es escasa, con series y estudios reducidos. Pacientes en situación de riesgo vital real o potencial, es importante considerar su traslado a Unidades de Pacientes Críticos (UPC), para ofrecer la mejor asistencia posible, desde el primer momento en que se reconoce, lo que obliga a traslados asistidos con supervisión médica, en ocasiones con soporte vital artificial. Esto generó la curiosidad científica de conocer la realidad local de cómo se realiza y si existen protocolos de traslado de pacientes críticos, claramente establecidos en nuestra ciudad como inicio para conocer posteriormente que está sucediendo en el resto del país.
OBJETIVO GENERAL: Describir la existencia, disponibilidad y características de protocolos de traslado de UPC y de unidades móviles terrestres, en Santiago de Chile.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS: 1.-Describir qué tipo de protocolo se usa y qué tipo de profesional lo realiza. 2.-Indagar si las UPC tiene protocolizado procesos de traslado, dependiendo de las condiciones locales de cada una. 3.-Comparar si se usan criterios similares en los protocolos de traslado. 4.-Dejar la instancia para que se incorporen nuevos estudios referentes al tema propuesto en éste.
MATERIAL Y MÉTODO: Se realiza encuesta que se practica a las unidades de paciente crítico de 21 UPC de Santiago de Chile, tanto a instituciones públicas, privadas, además de servicios móviles terrestres.
ANÁLISIS DE RESULTADOS: El 19% de las UPC de Santiago de Chile poseen protocolos generales de traslado; sólo un 4,7% posee según patología; un 66% cuenta con comunicación expedita y con vehículos adecuados para el traslado; en el 61% de las UPC, contaban con vehículo de alta complejidad ya sea propio o de otra institución que lo pone a su disposición en el cual el registro de variables clínicas, realizada por su personal son confiables. En el 100% todas las UPC, manifestaron claridad de quienes debían realizar los traslados; 85% de estas unidades manifestaron tener equipamiento adecuado y que contaban en un 80% con médico presente para el transporte, un 71% contaba con enfermera capacitada y disponible para realizarlo y con un escaso número de kinesiólogos, 14%, se podía contar con ellos, pero si un 76% tiene posibilidad de un técnico paramédico. En un 9,5% existe protocolo de selección transporte aéreo versus terrestre y el 90% de las UPC y móviles encargados de traslado afirman tener personal capacitado.
CONCLUSIONES: A la luz de los antecedentes y resultados se hace evidente la necesidad de crear un protocolos de traslado en nuestras UPC, que se encuentren estandarizados, al igual que capacidad técnica del personal que tiene la responsabilidad de traslado, con creación de normas técnicas en materiales, equipos y protocolos que regularicen el registro de variables clínicas y de medicamentos usados durante el transporte de paciente pediátrico críticamente enfermo. Dejar como instancia describir que sucede en el resto del territorio nacional para utilizar iguales criterios de unificación y estandarización protocolización. |
